De Antonio Orozco y Muñoz
Madrid, 11 de febrero de 18981
Señor Don Emilio Zola
Muy respetable ilustre señor mío. Sin merecimientos para ello, sin valer nada, sin ser nadie, solo un ser humilde que piensa algo, entusiasta ferviente de los hombres de talento admirable y de abnegación sublime; sin ser nada, repito, solo un modesto almacenista de papel, yo quiero llegue a sus manos el testimonio de mi más viva adhesión y simpatía, al ver cómo se conduce en el asunto Dreyfus.
Y quisiera merecer, que este humilde homenaje de admiración, lo recibiera como el más elevado que no el más elevado es el que más siente [sic]; en la prenda segura que ninguno admirará más su loable proceder, las buenas miras de sus sentimientos, y deseando su triunfo en la justa causa que defiende y suplicándole perdón por estas líneas, se ofrece a V. con toda consideración muy affº. S.S.
Q.B.S.M.
Colección: I.T.E.M.-C.N.R.S. Centre d’études sur Zola et le Naturalisme.
1. Membrete: «Antonio Orozco y Muñoz. Toledo, 82. Comisión-Representación. Almacén de papeles de saldos». Al lado del membrete aparece la impresión de un tampón con los mismos datos, pero con la dirección de «Relatores, 9».