De Francisco Eceiza Artola
Pamplona (Navarra), 2 de febrero de 18981
Sr. Don Emilio Zola
Distinguido Sr. mío: no tengo el honor de conocerle a V. personalmente, pero es una satisfacción para mi hace años conocerle por sus escritos.
Hoy le conozco a V. más, mucho más, y le diré a V. cómo.
Por los periódicos que recibo, sigo cerciorándome con creciente interés del giro de los asuntos del desgraciado Dreyfus que tanto debe a V.
La actitud noble, enérgica y levantada de V.; la firmeza de su carácter y su bondad puesta de relieve en el mérito de sus escritos, haciendo frente a un Gobierno y a la ley misma, en defensa de la recta justicia, ennoblecerían y elevarían a V. si no estuviera V. tan elevado.
El sentimiento de adhesión a su persona por sus propios méritos, me impulsan a dirigir a V. este simple escrito, en el cual, para exponerle mi admiración juzgo tenues mis palabras.
Permítame V. pues me atreva a darle mil enhorabuenas por cuanto hace en bien de un semejante pertenezca a la secta o religión cualquiera que sea.2
Soy de V. Señor mío con la más alta consideración, y me ofrezco a sus órdenes3 atento S. q.b.s.m.
Colección: I.T.E.M.-C.N.R.S. Centre d’études sur Zola et le Naturalisme.
1. «Coronel graduado y retirado del Ejército español. Calle Estafeta, nº 62» como él mismo da a conocer bajo su rúbrica.
2. El 2 de febrero de 1898 apareció en Nuevo Mundo un artículo firmado por Juan Sin Tierra, «La semana» referido a Zola y al caso Dreyfus. El 4 de febrero Luciano Salvador publicará en La Correspondencia Militar, «La protesta de los intelectuales. A M. Maurice Barrès».
3. Una particular despedida propia de un militar.
