De Eugenio Eraín

Córdoba (República Argentina), 6 de febrero de 1898

Ilustre escritor Emile Zola

Excmo Maestro:

Permítame que le diga a Vd. que desde lo más hondo del corazón apruebo su carta a L’Aurore, y que con toda el alma aplaudo su noble y elevada defensa. También yo opino después de lo que ‹…›, que Dreyffus es inocente.

¡Bravo! Mil veces bravo!!

Bajo el ímpetu de la indignación he escrito en un reputado diario argentino, La Patria, el artículo “Zola es Dreyffus”, que le mando gustoso y que ha hecho estallar cien ataques sobre mi pobre cabeza, pues los clericales encabezados por un francés pseudo crítico, Paul Fraussac, han protestado pidiendo la hoguera para mí.

Mi querido e ilustre Maestro, hágame el honor de leer mi artículo para ver cuán profundo y grande es el cariño que yo le profeso y escríbame en seguida si he estado acertado en la defensa de los semitas y en todo lo que se refiere a Vd.

Con el cariño y el respeto de siempre tengo el honor de repetirme mi eximio Maestro y su discípulo y admirador y

affmo. a S.S.

Eugenio Eraín