La suave curva del río Moskvá
Volvíamos una y otra vez, por las tardes, a la Plaza Roja de Moscú. Los casi siete kilómetros entre ida …
Volvíamos una y otra vez, por las tardes, a la Plaza Roja de Moscú. Los casi siete kilómetros entre ida …
No tenía más de cinco años y llevaba atado a la rodilla un exuberante puñal de plástico para proteger a …
Viene sin decir nada, se acuesta paralelo a mí, silencioso, triste; cuando su cuerpo se ha estirado a la larga, …
Recibí hace unas horas la llamada que esperaba. El pasado 9 de abril, la música del Irlandés sonaba en un …
De esos días en que una excursión para cuatro o cinco se queda en dos. Él tenía que dar la …
Durante varios años, los sábados y los domingos, acompañaba a Clementina a jugar partidos de tenis en la competición de …
Estuve dando vueltas en la estación del metro para encontrar unas escaleras automáticas, pero finalmente la desgana por el cansancio …
Con la firme intención de no venirme de Cagliari sin ver la gente arrubia, convencí a Franco (uomo balente, como …
Compulsivamente, cruzaba cada mañana la puerta noroeste del parque. Me dirigía al borde de la explanada de césped todavía azulón …
Desde Vavin, las tres amigas, felices de verse, recorrieron el bulevar contándose novedades, precipitando la conversación y las risas a …